"Mis papas no nos harían esto, ellos son tan diferentes... Pienso en lo bien que estaba antes en mi casa".
Y es que uno nunca sabe la gran diferencia que existe entre vivir en la casa de “tus padres” y vivir “con tu pareja” hasta que lo experimenta; y mucho peor si juntas ambas cosas “vivir con tu pareja en la casa de sus padres”.
Hace algunos días estuve conversando con una amiga de mi amigo (démosle un nombre a esta señorita: “Rita”). Ok, Rita la amiga de mi amigo casualmente conversó conmigo creyendo que yo era su amigo; y luego de aclararle el impase; iniciamos una conversación muy interesante sobre lo que estaba viviendo.
Rita había decidido vivir con su pareja y los padres de su pareja (poco recomendable combinación); y esto motivado por el exceso de cariño que poseía su esposo a su madre; ya que según Rita; Él sentía un alto grado de responsabilidad respecto al "Modus Vivendi" de su progenitora.
Mi primera impresión al atender su angustiada situación fue la de querer ayudarla, aconsejándole ciertas acciones para el mejoramiento de la convivencia familiar entre todos los miembros; sin embargo y luego de repetidas frases perturbadoras de aceptaciones infiltradas sobre actos en contra de su propia libertad; llegué a la conclusión de que ella no tenía ni la más mínima intención de resolver el problema.
De manera muy elocuente me relató acontecimientos tan comunes en las novelas e historias de "Casos de la Vida Real", que por un instante solo atiné a interrumpir su relato para poder aclarar mi punto de vista.
En varias oportunidades se sintió presionada por la madre del esposo con frases como: "¿Acaso no sabes lavar?, ¿No entiendes como se cocina el aderezo?, ¿No puedes mantener limpia la ropa de tu esposo?
Lo cierto es que en todos los casos, "Las madres" ya sea del esposo o esposa siempre apuntarán a solapar las actitudes de sus hijos(as), generando en todo nivel, cuadros de incomodidad con la pareja.
Y es que ya sea el hombre o la mujer, le cuentan aquello que más les conviene a su progenitora, generando una realidad un tanto sesgada de los hecho, siempre en función a la injusticia natural que precisa la madre de algún integrante de la pareja.
Es justamente por eso que una decisión en pareja debe ser tomada en pareja; considerando como sugerencias a terceros, pero definiendo la situación según los puntos de vista de ambos, ya que ellos son los únicos que han VIVIDO la situación de manera cercana y por lo tanto tienen las mejores herramientas para la toma de alguna decisión.
Definitivamente "Rita", solo necesitaba contar sus problemas, porque al momento de proponer las soluciones, se halló confundida y dio marcha atrás a sus comentarios, culminando la conversación y retornando a sus quehaceres cotidianos.
Estas actitudes son muy comunes en muchas mujeres y/o hombres que a pesar de vivir en un ambiente altamente hostil para ellos, asumen sus incomodidades como parte de lo que les toca vivir encarnando una continua catapulta de quejas y sollozos.
Lo que más me incomoda de este tipo de personajes, es que usualmente siempre se quejan, sin embargo no buscan hacer algo para transformar la situación. Y cuando alguien les ofrece una medida que cambia el "statu quo"; le tienen miedo a este cambio brusco y prefieren continuar en lo mismo haciendo alusión a la célebre frase "Es mejor malo conocido, que bueno por conocer".
Yo siempre he sido de la frase: "Si no te gusta como vives y no haces nada por cambiar la situación, está prohibido quejarse". Y es que no hay nada más trágico que escuchar las aclamaciones de alguien quien al final no quiere solucionar nada.
Uno debe ser responsable de sus acciones. La teoría de "Causa-Efecto" es una inminente configuración que sucede en todo nivel, y la responsabilidad de asumir las consecuencias de los actos implica una sólida toma de conciencia de lo que esto involucra.
Mi primera impresión al atender su angustiada situación fue la de querer ayudarla, aconsejándole ciertas acciones para el mejoramiento de la convivencia familiar entre todos los miembros; sin embargo y luego de repetidas frases perturbadoras de aceptaciones infiltradas sobre actos en contra de su propia libertad; llegué a la conclusión de que ella no tenía ni la más mínima intención de resolver el problema.
De manera muy elocuente me relató acontecimientos tan comunes en las novelas e historias de "Casos de la Vida Real", que por un instante solo atiné a interrumpir su relato para poder aclarar mi punto de vista.
En varias oportunidades se sintió presionada por la madre del esposo con frases como: "¿Acaso no sabes lavar?, ¿No entiendes como se cocina el aderezo?, ¿No puedes mantener limpia la ropa de tu esposo?
Lo cierto es que en todos los casos, "Las madres" ya sea del esposo o esposa siempre apuntarán a solapar las actitudes de sus hijos(as), generando en todo nivel, cuadros de incomodidad con la pareja.
Y es que ya sea el hombre o la mujer, le cuentan aquello que más les conviene a su progenitora, generando una realidad un tanto sesgada de los hecho, siempre en función a la injusticia natural que precisa la madre de algún integrante de la pareja.
Es justamente por eso que una decisión en pareja debe ser tomada en pareja; considerando como sugerencias a terceros, pero definiendo la situación según los puntos de vista de ambos, ya que ellos son los únicos que han VIVIDO la situación de manera cercana y por lo tanto tienen las mejores herramientas para la toma de alguna decisión.
Definitivamente "Rita", solo necesitaba contar sus problemas, porque al momento de proponer las soluciones, se halló confundida y dio marcha atrás a sus comentarios, culminando la conversación y retornando a sus quehaceres cotidianos.
Estas actitudes son muy comunes en muchas mujeres y/o hombres que a pesar de vivir en un ambiente altamente hostil para ellos, asumen sus incomodidades como parte de lo que les toca vivir encarnando una continua catapulta de quejas y sollozos.
Lo que más me incomoda de este tipo de personajes, es que usualmente siempre se quejan, sin embargo no buscan hacer algo para transformar la situación. Y cuando alguien les ofrece una medida que cambia el "statu quo"; le tienen miedo a este cambio brusco y prefieren continuar en lo mismo haciendo alusión a la célebre frase "Es mejor malo conocido, que bueno por conocer".
Yo siempre he sido de la frase: "Si no te gusta como vives y no haces nada por cambiar la situación, está prohibido quejarse". Y es que no hay nada más trágico que escuchar las aclamaciones de alguien quien al final no quiere solucionar nada.
Uno debe ser responsable de sus acciones. La teoría de "Causa-Efecto" es una inminente configuración que sucede en todo nivel, y la responsabilidad de asumir las consecuencias de los actos implica una sólida toma de conciencia de lo que esto involucra.
Lo rompes, lo pagas ----- Lo siembras, lo cosechas.
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